Manuel M. Reynoso es el poeta del pueblo, un poeta autentico, dotado de una increíble capacidad asimilativa, con un marcador destino trágico.
Nació en Pungarabato, Guerrero., hoy Ciudad Altamirano, el 17 de junio de 1907. Fue el tercero de los seis hijos procreados por el matrimonio campesino integrado por Aniceto Macedonio Valerio y Dorotea Reynoso, el primero del rincón de San Francisco y la segunda de Tacupa, comunidades que anteriormente formaron parte de antiquísimo pueblo purépecha de un Pungarabato, cuando esté formado parte del estado de Michoacán.
No es fácil tare comprender el dolor y el penar que siente el poeta pungarabantense en la composición de algunos de estos poemas, también es verdad que he hallado algunas metáforas surrealistas que no he podido descifrar, bien por oscuras o demasiado enraizadas en su cosmovisión poética, de una intimidad que solo el abismo de su yo y de su subconsciente pudieron alimentar.
Formalmente se caracteriza por su brevedad, por la ausencia de alambicamientos sintácticos, pero cargados de símbolos que aluden a sus inquietudes. Ofrece sus sentimientos a través de contradicciones: mañana, noche, anverso y reverso.
Se trata de uno de los personajes más destacados del municipio de Pungarabato. Fue un brillante orador, de temperamento cálido, que tuvo la oportunidad de participar en la política, nacional, donde los vaivenes sociales de los tiempos posrevolucionarios lo convirtieron en orador y periodista destacado. Fue orador en la campaña política de la gobernatura del estado de Guerrero del General de Gabriel R. Guevara Orihuela, junto con un destacado grupo de oradores y jóvenes políticos.
Un dato que resulta curioso y muy poco conocido, es el hecho de que Manuel M. Reynoso es el autor de la letra de una de las canciones más representativas del folclor guerrerense, me refiero a "Por los caminos del sur", misma que todo mundo identifica como la inspiración del afamado compositor Agustín Ramírez, lo cual no es verdadero. La historia sobre cómo surgió este bello soneto.
Algo similar ocurrió con El Gusto a Altamirano, cuya canción fue un regalo que el poeta hizo a su sobrino Víctor Hugo Cortes.
Al Licenciado Manuel M. Reynoso se debe también, la iniciativa para cambiarle el nombre a nuestra cabecera municipal Pungarabato por Ciudad Altamirano, en el año de 1936. La propuesta fue hecha directamente al gobernador interino General José Inocente Lugo, argumentando que en el año de 1934, primer centenario del natalicio del ilustre tixtleco Ignacio Manuel Altamirano, los guerrerenses no lo habían honrado como se merecía además de señalar que Pungarabato, Coyuca de catalán y Zirandaro, no estaban muy arraigados a Guerrero, dada su antigua pertenencia a Michoacán.
Su muerte ocurrió un 27 de Noviembre de 1987 y sucedió tal y como el lo había pronosticado en su soneto intitulado La musa resentida, en cuyas frases menciona: Pero, yo moriré viejo y sin dioses, ni efebos jubilosos; sin novias todavía, cual póstumas coronas enlutadas, ni bosques sorprendidos, ni muchedumbres, por mi adiós calladas, sin ayes lastimeros y llorosos que deploren mi anónima agonía; sin pregones que se lleven mis adioses, ni grandes candelabros encendidos, ni mar para mi barca adolorida.
Fuente: Alma de Plenilunio, La poesía de Manuel M. Reynoso
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