Mostrando las entradas con la etiqueta inseguridad. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta inseguridad. Mostrar todas las entradas

martes, 18 de agosto de 2015

CD. Altamirano, emerge felizmente!

Autor:Alfredo Sarabia Radilla
Cd. Altamirano está volviendo a su vida normal, está rehaciéndose después de estar intensamente agobiado por la llamada delincuencia organizada.
Fue tanta la ignominia criminal, que obligó a muchas familias adineradas a abandonar este lugar comercial de la Tierra Caliente, dejando sus domicilios y sus amigos, igualmente cerraron sus prósperos negocios, pues las extorsiones y los asesinatos ocurridos a cualquier hora del día o de la noche, no eran para menos.
Así, Cd. Altamirano dejó de ser en esos momentos, un lugar tranquilo para desarrollar las actividades habituales de siempre, y dio paso a la inseguridad, que permeó alarmante y notablemente en el ánimo de sus habitantes. Esa situación tenebrosa y de miedo, fue ampliamente difundida en los medios de información en la Entidad.
Al respecto, un amigo que atiende su negocio a un costado de la catedral, recuerda con coraje: -Allí, en aquella esquina (señalándome el sitio), mataron a uno, ¡en la mañana! Y a otro lo mataron en el zócalo!-
-No, si estaba cabrona la cosa! Mucha gente de dinero, se fue de Altamirano, solo los más jodidos nos quedamos!- remata, este hombre que sufrió y resistió estoicamente varios intentos de extorsión
Por su parte, un ex – trabajador de la CFE, dice: -No profesor, los problemas se dieron en gente que andaba mal, pero en las personas de bien, como tú, que trabajaba en Veterinaria, no peligraban, solo estando en el lugar de las balaceras, entonces si corrías peligro de que te dieran,- dice un convencido vecino.
En este ánimo, se ven policías federales, gendarmes y patrullas de soldados del 34 Batallón de Infantería, vigilando la ciudad, y tal vez sea esta la causa de la disminución significativa de inseguridad devastadora en mención.
En la actualidad, afortunadamente ya se respira otro ambiente, el mismo que da la certeza de poder caminar por sus calles, sin que la congoja o la zozobra de sufrir algún percance criminal, y que este sea una limitante en tu diario acontecer, aunque debemos señalar que aún haya vestigios de cierta desconfianza, pero hasta allí, no pasa nada.
No obstante, Cd. Altamirano ha cambiado…y mucho, para empezar, muchas de sus calles importantes que por años eran “unos arrozales” en esta época del año (por aquellos de los lodazales y el brote natural del cebollín, hierba parecida a una gramínea forrajera), hoy se miran pavimentadas, e incluso hasta con estructuras de diversión, deportiva y cultural, construidas en medio, a lo largo de una de esas vías, que es de las calle más extensas de la ciudad (Independencia Oriente).
No pretendo detallar los cambios que se observan en este lugar, pero si, son variados y múltiples, aunque también habrá que señalar que los cambios referidos, y que hacen de Altamirano, una bella ciudad, no han llegado, cuando menos a las calles que se ubican al lado Poniente de la Avenida Lázaro Cárdenas, considerada como la calle principal de esa ciudad calentana. ¡Están iguales como siempre! Se les ven sucias, con baches, oscuras, puestos cubiertos con sábanas, etc. Incluso, la visión de lo que antes fue un cine, ¡da un escenario tétrico! Aclaro que son las primeras cuadras de esas calles!
Aun con todo ello, Cd. Altamirano está renaciendo rápido, las cenadurías y otros negocios culinarios nocturnos observados en las calles, dan confianza y certeza a la gente de que la crisis de seguridad, se ha ido alejando paulatinamente, para fortuna de los altamiranenses.
Todo lo anterior, se ha hecho acompañar de una inusual escasez de lluvia, lo que sin duda, resultará amargamente en la producción agrícola, pero también, en los rendimientos de la producción pecuaria.

Otras publicaciones:

domingo, 22 de febrero de 2015

El guache y sus carbones de fuego.

Hay una historia bonita de una mamá que le enseña con un ejemplo a su hijo, lo dañino que puede ser para uno el tener problemas con alguien más.
Lo llevó ante un costal de carbón y puso enfrente una sábana blanca y le dijo al niño que imaginara que la sábana era su adversario con quien había tenido problemas y que le lanzara con fuerza todos los carbones que pudiera, hasta que su enojo se calmara.
El niño vació el costal de carbón y con la satisfacción en el rostro le dijo a su mamá que ya se sentía mejor, su furia se había apaciguado.
La mamá le enseñó la sábana que apenas se había manchado y los carbones tirados en el suelo, y llevó al niño al espejo para que viera como había quedado de tiznado en su faena.
Y con ese ejemplo, le dijo, que aunque tuviera razón en su enojo ante su pequeño adversario, al responder los ataques y lanzar los carbones, viera como había quedado de manchado y que así es la forma en que uno se queda cuando se ataca a alguien más.
Y dando un giro a esa historia, creo que esos carbones que representan el coraje y el rencor, los podemos sustituir por carbones de alegría, de paz, de amor y lanzarlos a todos nuestros semejantes.
Con la gran meta, que al final, después que vaciemos nuestros costales de carbón a las sabanas blancas de nuestros semejantes, seremos nosotros los más impregnados de esos nobles sentimientos.
¡A lanzar carbones de amor!

 Otras publicaciones:

miércoles, 3 de agosto de 2011

CARGANDO EL VENADO



venado


Estaba un hombre a la orilla del camino sentado en una piedra, bajo la sombra de un frondoso huanacaxtle.
Se le miraba triste, meditabundo, cabizbajo; casi, casi a punto de soltar el llanto.
Así lo encontró su compadre y amigo de toda la vida, quien acongojado al verlo en tales fachas, le preguntó el motivo, causa o razón que ocasionaba que él se encontrara en situación tan deprimente.
-Compadre, contestó el interpelado, -¡tu pinché comadre! ¡Tu comadre! Esta noche la mato o la desaparezco, pero de que se muere, se muere..
-No la amuele compadre, mejor platíqueme, por qué la quiere matar. A lo mejor puedo ayudarle a encontrar una mejor solución.
El compadre, después de limpiarse sus ojos todos llorosos y su nariz moquienta, empezó con su relato.
-Mire compadre, sabe que somos muy pobres y en su humilde casa la única forma de acompañar los frijoles es con un pedazo de carne que tengo que conseguir yendo de cacería al monte.
-Me tengo que ir con mi vieja escopeta, pasar varios días de sufrimiento y penalidades, salvándome de milagro de los peligros del monte, esquivando víboras, al tigre y la onza.
-Soportar la terrible comezón que me producen las guiñas, garrapatas y piquetes de moscos, y por si esto fuera poco, aguantar cómo me caía hasta los huesos el frío y la soledad de las noches.
-Luego, por fin, si la suerte me socorre y logro cazar un venado, todavía tengo que cargarlo hasta el rancho y subir la cuesta de la loma donde está mi casa.
-Todavía no alcanzo resuello cuando aparece mi señora con el cuchillo en la mano e inmediatamente empieza a repartir el venado entre vecinos y familiares.
-Que una pierna pa' doña Juana
-Que otra pa' doña Cleo,
-Que este lomito pa' mi mamá, que esto pa'llá,
-Que esto pa'cá y a los dos o tres días allí va tu tonto otra vez de cacería. ¡Pero ya me cansé y esta noche mínimo las desmechoneo!
El compadre de aquél iracundo desdichado, después de meditar un momento le dio la solución:
-Invite a su mujer a cargar el venado. 
-¿¡Qué!?
-Sí, sí. Mire, no más no le diga las maltratizas que se pones para cargar el venado. Mejor píntesela bonito. No le hable de las espinas ni los peligros, ni del frío ni el calor. Dile que la invita para que disfrute de los bellos paisajes, del esplendor de las estrellas que lo cobijan en la noche, de los manantiales cristalinos que reflejarían románticamente sus imágenes, de sus exquisitas aguas, del aire fresco del monte, lleno de oxígeno, de la graciosa manera en que camina el venado, como si fuera un bailarín de ballet, de el dulce canto de los grillos y los pajarillos silvestres, en fin..
El compadre siguió el consejo. Por supuesto la convenció.
La mujer, entusiasmada, se fue con la falda larga hasta el tobillo, Al cruzar el primer "aguamal" se redujo a minifalda porque la prenda quedó
desgarrada entre las púas. La blusa le quedó toda jodida, el calzado se le rompió por los difíciles caminos y las piedras y las espinas la hicieron sangrar. Las "guinas" y "guachaporis" los traía por todo el cuerpo; El sol le quemó la piel. El pelo se le maltrató: le quedó tieso y desparramado como estropajo. Las manos le quedaron encallecidas al abrirse paso entre el espeso monte. Toda chamagosa, estuvo a punto de sufrir un infarto al toparse con una enorme víbora. Muerta de hambre, su imagen parecía sacada de un cuento de ultratumba. 
Por fin, después de tantos martirios, un día encontraron al venado.
Ella tuvo que contener el aliento y el hombre sigiloso, con la astucia y agilidad de un gato, se acercó a su presa, y con la mirada de un lince localizó el blanco justo para liquidar al escurridizo animal. ¡Bang! Y el venado había muerto.
La mujer no cabía de júbilo pensando que su sufrimiento había terminado, pero no era así.
-Ahora, mi amor, quiero que cargues el venado para que veas lo bonito que se siente -- le dijo el hombre masticando rabiosamente cada una de  sus palabras.
La mujer casi se desmaya ante la desconocida mirada asesina de su marido, pero ante la desesperación por regresar a su hogar no tuvo aliento ni para replicar y cargó el venado hasta su casa cruzando veredas y montañas.
Despatolada, con las piernas abiertas, jadeando y casi muerta, a punto de tronarle el corazón, llegó y depositó el animal en la sala de su casa.
Los niños y sus amiguitos, hijos de los vecinos, salieron a recibir a sus papás cazadores y acostumbrados a la repartición, le dijeron a su mamá con alegría:
-- Mamá, apúrate a repartir el venado porque la mamá de Pepito ya está desesperada.
--¿Qué pedazo le llevo a mi tía?, le dijo otro.
La señora, tirada en el piso, hizo un esfuerzo sobrehumano para levantar la cabeza y con los ojos inyectados de sangre volteó a ver a los niños y agarrando aire hasta por las orejas, les gritó:
-- ¡¡¡ Este venado no me lo toca NADIEEEE !!! y tú Pepito, ve y dile a tu mamá que vaya mucho a CHINGAR A SU MADREEE! 
REFLEXIÓN: Para valorar el esfuerzo ajeno y respetar en su real dimensión el trabajo de los demás, todos debemos aprender a "cargar el venado". 
La experiencia adquirida con el paso de los años nos ha enseñado Sólo se valora aquello que se ha adquirido como resultado de nuestro trabajo, que solo cuidamos aquello que nos ha costado esfuerzo, sudor y sacrificio.
Tan cerca del fútbol, Telenovelas, y demás distracciones baratas, y tan lejos de la educación, instrucción y de la ciencia'.

Apoyemos a México. Nos necesita o mejor dicho, nos necesitamos todos.

Otras publicaciones:

lunes, 20 de junio de 2011

Realizan constantes patrullajes en Altamirano

CD. ALTAMIRANO, GRO. En patrullajes constantes la Policía Estatal y militares del 40 Batallón de Infantería recorren la ciudad y colonias populares de la misma cabecera municipal para dar mayor confianza y seguridad a los pungarabatenses.
Debido a que la policía municipal tiene más de 9 días de haber sido concentrada por las fuerzas castrenses a una revisión de rutina ahora policías estatales y militares son los responsables de cuidar la integridad de los pungarabatenses y anoche ambas corporaciones realizaron un impresionante operativo con más de 10 patrullas y aproximadamente 50 elementos realizando revisiones minuciosas a automovilistas en la avenida “Lázaro Cárdenas”, zócalo y diferentes puntos de la ciudad.
Esta acción ha traído una completa calma y tranquilidad en la ciudad. Los pungarabatenses ven con buenos ojos las medidas tomadas.
Fuente: http://www.despertardelsur.com/

Otras publicaciones: