miércoles, 3 de agosto de 2011

Celebran 57 años de la ciudad de Huetamo



iglesia huetamo HUETAMO, MICH. Mientras que el 30 de noviembre del año del 2009 celebraba el Consejo de la Crónica Municipal el LVI aniversario de elevación de Villa a Ciudad de la población de Huetamo, en el 2010 de forma modesta y bajo las instalaciones de la Casa de Universidad, celebrará esa fecha especial pero con la presentación de un libro escrito de forma colectiva por sus integrantes.
Los tiempos cambian, y Huetamo así lo registra, dado que en 1953, aparte de ser una remota Villa de Michoacán, carecía de todo, infraestructura de caminos, escuelas, hospitales y hasta de energía eléctrica, por eso un grupo de inquietos ciudadanos se dieron a la tarea de ir a la capital del estado y del país a tocar puertas, y la respuesta fue contundente.
En aquella lejana fecha de 1953, gracias a hombres del talento y la talla de Luis Ignacio Santibáñez, Leodegario López Ramírez, Sergio García Torres, Juan Abraham Salgado y Alejandro Ochoa Portillo, entre otros, se logró el consenso requerido para que el Congreso del estado diera luz verde a la solicitud del pueblo de Huetamo y en una memorable jornada se daba la aprobación del Congreso para que desde esa fecha Huetamo se convirtiera en ciudad.
En el 2009, El Consejo de la Crónica Municipal convocó a músicos, cantantes, declamadores y bailadores de sones y gustos de Tierra Caliente para tal ocasión, y se vivió una jornada ciudadana pletórica de aplausos y satisfacciones, y de esa forma la citada organización se anotaba un sonado éxito, y después vinieron otros eventos y reconocimientos, pero ya sin la euforia y apoyo municipal de siempre.
En este 30 de noviembre, de nueva cuenta surge el compromiso del Consejo, y así, la contraportada del libro a presentar este día señala con énfasis especial que ese trabajo es una aportación municipal destinada a celebrar el nombramiento de Huetamo en calidad de ciudad, aunque de eso hace ya 57 años, y para ello el alcalde Roberto García, los regidores y funcionarios acompañarán a los seis integrantes del Consejo en la presentación de esta obra de crónicas, cuentos y relatos.

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CARGANDO EL VENADO



venado


Estaba un hombre a la orilla del camino sentado en una piedra, bajo la sombra de un frondoso huanacaxtle.
Se le miraba triste, meditabundo, cabizbajo; casi, casi a punto de soltar el llanto.
Así lo encontró su compadre y amigo de toda la vida, quien acongojado al verlo en tales fachas, le preguntó el motivo, causa o razón que ocasionaba que él se encontrara en situación tan deprimente.
-Compadre, contestó el interpelado, -¡tu pinché comadre! ¡Tu comadre! Esta noche la mato o la desaparezco, pero de que se muere, se muere..
-No la amuele compadre, mejor platíqueme, por qué la quiere matar. A lo mejor puedo ayudarle a encontrar una mejor solución.
El compadre, después de limpiarse sus ojos todos llorosos y su nariz moquienta, empezó con su relato.
-Mire compadre, sabe que somos muy pobres y en su humilde casa la única forma de acompañar los frijoles es con un pedazo de carne que tengo que conseguir yendo de cacería al monte.
-Me tengo que ir con mi vieja escopeta, pasar varios días de sufrimiento y penalidades, salvándome de milagro de los peligros del monte, esquivando víboras, al tigre y la onza.
-Soportar la terrible comezón que me producen las guiñas, garrapatas y piquetes de moscos, y por si esto fuera poco, aguantar cómo me caía hasta los huesos el frío y la soledad de las noches.
-Luego, por fin, si la suerte me socorre y logro cazar un venado, todavía tengo que cargarlo hasta el rancho y subir la cuesta de la loma donde está mi casa.
-Todavía no alcanzo resuello cuando aparece mi señora con el cuchillo en la mano e inmediatamente empieza a repartir el venado entre vecinos y familiares.
-Que una pierna pa' doña Juana
-Que otra pa' doña Cleo,
-Que este lomito pa' mi mamá, que esto pa'llá,
-Que esto pa'cá y a los dos o tres días allí va tu tonto otra vez de cacería. ¡Pero ya me cansé y esta noche mínimo las desmechoneo!
El compadre de aquél iracundo desdichado, después de meditar un momento le dio la solución:
-Invite a su mujer a cargar el venado. 
-¿¡Qué!?
-Sí, sí. Mire, no más no le diga las maltratizas que se pones para cargar el venado. Mejor píntesela bonito. No le hable de las espinas ni los peligros, ni del frío ni el calor. Dile que la invita para que disfrute de los bellos paisajes, del esplendor de las estrellas que lo cobijan en la noche, de los manantiales cristalinos que reflejarían románticamente sus imágenes, de sus exquisitas aguas, del aire fresco del monte, lleno de oxígeno, de la graciosa manera en que camina el venado, como si fuera un bailarín de ballet, de el dulce canto de los grillos y los pajarillos silvestres, en fin..
El compadre siguió el consejo. Por supuesto la convenció.
La mujer, entusiasmada, se fue con la falda larga hasta el tobillo, Al cruzar el primer "aguamal" se redujo a minifalda porque la prenda quedó
desgarrada entre las púas. La blusa le quedó toda jodida, el calzado se le rompió por los difíciles caminos y las piedras y las espinas la hicieron sangrar. Las "guinas" y "guachaporis" los traía por todo el cuerpo; El sol le quemó la piel. El pelo se le maltrató: le quedó tieso y desparramado como estropajo. Las manos le quedaron encallecidas al abrirse paso entre el espeso monte. Toda chamagosa, estuvo a punto de sufrir un infarto al toparse con una enorme víbora. Muerta de hambre, su imagen parecía sacada de un cuento de ultratumba. 
Por fin, después de tantos martirios, un día encontraron al venado.
Ella tuvo que contener el aliento y el hombre sigiloso, con la astucia y agilidad de un gato, se acercó a su presa, y con la mirada de un lince localizó el blanco justo para liquidar al escurridizo animal. ¡Bang! Y el venado había muerto.
La mujer no cabía de júbilo pensando que su sufrimiento había terminado, pero no era así.
-Ahora, mi amor, quiero que cargues el venado para que veas lo bonito que se siente -- le dijo el hombre masticando rabiosamente cada una de  sus palabras.
La mujer casi se desmaya ante la desconocida mirada asesina de su marido, pero ante la desesperación por regresar a su hogar no tuvo aliento ni para replicar y cargó el venado hasta su casa cruzando veredas y montañas.
Despatolada, con las piernas abiertas, jadeando y casi muerta, a punto de tronarle el corazón, llegó y depositó el animal en la sala de su casa.
Los niños y sus amiguitos, hijos de los vecinos, salieron a recibir a sus papás cazadores y acostumbrados a la repartición, le dijeron a su mamá con alegría:
-- Mamá, apúrate a repartir el venado porque la mamá de Pepito ya está desesperada.
--¿Qué pedazo le llevo a mi tía?, le dijo otro.
La señora, tirada en el piso, hizo un esfuerzo sobrehumano para levantar la cabeza y con los ojos inyectados de sangre volteó a ver a los niños y agarrando aire hasta por las orejas, les gritó:
-- ¡¡¡ Este venado no me lo toca NADIEEEE !!! y tú Pepito, ve y dile a tu mamá que vaya mucho a CHINGAR A SU MADREEE! 
REFLEXIÓN: Para valorar el esfuerzo ajeno y respetar en su real dimensión el trabajo de los demás, todos debemos aprender a "cargar el venado". 
La experiencia adquirida con el paso de los años nos ha enseñado Sólo se valora aquello que se ha adquirido como resultado de nuestro trabajo, que solo cuidamos aquello que nos ha costado esfuerzo, sudor y sacrificio.
Tan cerca del fútbol, Telenovelas, y demás distracciones baratas, y tan lejos de la educación, instrucción y de la ciencia'.

Apoyemos a México. Nos necesita o mejor dicho, nos necesitamos todos.

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Presentación de libro sobre Teloloapan y la insurgencia suriana, en Chilpancingo



Libro Tablas del Teatro teloloapan
EL MUSEO REGIONAL DE GUERRERO
EN COORDINACIÓN CON EL
H. AYUNTAMIENTO MUNICIPAL DE TELOLOAPAN.
REALIZARON LA PRESENTACIÓN DEL LIBRO.
EN LAS TABLAS DEL TEATRO UNIVERSAL DE MI PATRIA
Teloloapan y la insurgencia suriana 1810-1821
de
JESÚS GUZMÁN URIÓSTEGUI.
MUSEO REGIONAL DE GUERRERO
PLAZA PRIMER CONGRESO DE ANÁHUAC
CHILPANCINGO, GRO.

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Es iglesia de Altamirano y no de Cutzio, la más vieja


Según cronista, la edificación dedicada a San Juan Bautista fue levantada en 1554 por el fraile agustino Juan Bautista Moya
iglesia altamiranoCUTZAMALA DE PINZÓN, GRO. La primera iglesia católica que fue construida en la región de la Tierra Caliente de Michoacán y Guerrero fue la de Pungarabato, en 1552, por el fraile agustino Juan Bautista Moya y Valenzuela, de acuerdo con la versión del cronista de Cutzamala de Pinzón, Alfredo Mundo Fernández.
Posteriormente, el llamado Evangelizador de la Tierra Caliente construyó el templo de Tuzantla, Michoacán, en 1554; el de Cutzamala, en 1555; y el de Ajuchitlán en 1560, agregó el reconocido historiador.
Dijo que por siglos se mantuvo la creencia de que la actual capilla de Cutzio, dedicada a la Virgen María, había sido la primera construida en la Tierra Caliente de Michoacán y Guerrero, pero es el diccionario de Antonio García Cubas, de 1891, el que aclara esta duda, al afirmar que “Cuiseo (sic) tiene una hermosa capilla que construyó el señor cura José María Escoto, alrededor de 1870”.
De acuerdo con las investigaciones que durante 35 años ha realizado el cronista Alfredo Mundo, los pueblos de Pungarabato, Coyuca de Catalán, Cutzamala de Pinzón, Ajuchitlán del Progreso, San Miguel Totolapan y Zirándaro de los Chávez fueron fundados en el año 400 después de Cristo (DC), y según un mapa que tiene en sus archivos, no aparece Cutzio como un pueblo antiguo, lo que confirman las recientes investigaciones realizadas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en este municipio.
Mundo Fernández precisó que no se puede negar la enorme capacidad del fraile José María Escoto para dirigir las construcciones de las iglesias, porque conocía a la perfección el ladrillo y la piedra cantera que logró darle un toque barroco a las edificaciones católicas.
Aseguró asimismo que en los archivos históricos que tiene en su poder, está registrado el fraile José María Escoto como cura de Cutzamala en año de 1872, y como constructor de la capilla de Cutzio, que a la fecha tiene 140 años.
En la historia de Michoacán se registran dos pueblos con el nombre de “Cuiseo de la Laguna” y “Cuiseo del Río”, explicó el cronista, “y al que me refiero es a Cuiseo del Río, que pertenece a Tierra Caliente”.
Referente a los vestigios de la primera iglesia construida en la Tierra Caliente, consagrada a San Juan Bautista, Pungarabato (Ciudad Altamirano), dijo Alfredo Mundo que a la fecha sólo se conservan los muros, “la de Ajuchitlán aún conserva la mayoría de su esencia, y la Cutzamala, es un pilar de la historia guerrera, porque sirvió de cuartel en la lucha por Independencia y la Revolución”
El edificio de la parroquia de la Asunción de María, de Cutzamala, “es un edificio hermoso construido con piedra de cantera labrada original de su tiempo”, resaltó el cronista.

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En Guerrero nació la patria, de José Gómez Sandoval.


El texto En Guerrero nació la patria. Las rutas de la independencia en el Sur (Instituto Guerrerense de la Cultura, 2010, 81 p.), de la autoría deJosé Gómez Sandoval es una lúcida contribución a la literatura regional. De manera amena se lleva al lector a recorrer parte de la historia local. Como se advierte en la misma obra, "es un texto que rehila nombres, fechas y lugares destacados en Las rutas de la independencia en el Sur, en la secuencia que permite el torbellino de combates y decisiones que a lo largo de once años -y más- hizo de pueblos, ríos y montañas del Sur el escenario natural de la epopeya libertaria de México. // La ruta nos lleva del momento en que José Morelos y Pavón cruzó el río Balsas a la conformación del Estado de Guerrero. El autor subraya lo indispensable que fue la participación de hombres y mujeres del Sur en la larga y violenta lucha, y redimensionando una frase del tixtleco Ignacio Manuel Altamirano, asegura que en Guerrero nacio la Patria, 'adolescente, briosas y hercúlea'. // Una profesa relación de imágenes -retratos, monumentos históricos, iglesias y edificios públicos, costumbres y tradiciones, música y baile, gastronomía y productos artesanales de Guerrero- acompaña la ruta de lectura para que los guerrerenses reubiquen sus recuerdos personales y para que quienes no lo sean conozcan más de la tierra y la gente, al tiempo que siguen los pasos de la historia mexicana en el Sur". Debe señalarse que en la edición se consigna que las numerosas fotografías y dibujos corresponden a: Héctor Suástegui Salmerón, Rubén Ocaña Altamirano, Marino Bernardino Adame, Susana Carrillo Rocha, Jazmín Virto Sánchez, Sócrates Moyao, Ramiro Reyna, Joel Alcaraz Basilio, Óscar F. Martínez Dolejal, Angélica Gutiérrez y Salgado, Raúl Vélez, Rafael Ricardo Klimek y José Gómez Sandoval. Ojalá y llegue a manos de muchos guerrerenses, para que encuentren esos rasgos de identidad de la que estamos tan ayunos. [DCS]