Una maestra que era muy puntual, fue enviada a una escuelita de un pueblo rural en la zona de Tierra Caliente del estado de Guerrero, México pero su casa estaba un poco alejada de dicha escuela, por lo que se consiguió un caballo para trasladarse, un día se despertó muy tarde y se levantó como rayo, se puso un vestido y ni siquiera le dió tiempo de ponerse chones, subió a su potro y le metió espuelas, al llegar estaban sus alumnos afuera esperando, pero le dio un jalón muy fuerte a la rienda y el caballo frenó muy duro y la tumbó, al caer recordó que no llevaba chones y se paró rapidísimo, y les dijo a los niños: ¡Vieron niños mi agilidad! y uno le respondió: ¡Si maestra, todos la vimos pero aquí le decimos "cocho"!