domingo, 28 de abril de 2013

La toma de Coyuca de Catalán, 7 de abril de 1911


Siguiendo la ruta revolucionaria de H. Salgado en su plan bélico, sustentada por historiadores en su trayectoria de inicio de la revolución en la Tierra Caliente, estos argumentan que la aceleración de los pobres por integrarse a sus filas fue con la promesa de que Salgado les devolviera sus tierras con el triunfo de la revolución. Recibió mucho apoyo de los campesinos, por eso en tiempos de siembra el movimiento revolucionario disminuía y por lo regular los Salgadistas eran derrotados. El apoyo se dio por algunos Coroneles sobresalientes como Álvaro Lagunas, y otros dirigentes que lo representaron en esa región. Otro testimonio en Tierra Caliente dice lo siguiente.

Chanó Millán, que se levantó en Santo Domingo; Erasmo González (a) El Chaparro, por Achimorro; Chema Pérez en El Coyol; Rafael Valenzuela en San Miguel Amuco; Melesio Albarrán en Alborejo; Ciriaco Gómez en Placeres del Oro; Crisóforo Fragoso y Emilio Benítez en el Municipio de Coyuca de Catalán, y otros más. Todos estos jefes eran rancheros, pequeños propietarios o campesinos pobres. (70) Ibidem, p.p.ravelo.
Así, los primeros gritos de pronunciamiento en la Tierra Caliente fueron: “Viva Salgado” y “Viva Madero”.
Álvaro Lagunas, tomó Tlalchapa y Palos Altos acompañado de Nabor Mendoza el popular “Coyote”, derrotando al destacamento militar; así lo narra el corrido de tradición oral del Coyote. 
Muere con gloria y honor; 
Que así será el orgullo 
Que nos honrará a los dos. (71) ibídem. P.p. ravelo
Mientras Salgado se dirigía a Acapetlahuaya. Analizando la trayectoria revolucionaria, en Coyuca había por cobrar muchas cuentas pendientes con los hacendados, porque era el centro de control político, principalmente del gobernador Inocente Lugo, hacendado de esa región. 
La tradición oral en la toma de Coyuca, mediante un corrido nos señala:
Nos vamos para Coyuca
Del distrito cabecera 
Que allí; al prefecto político 
Señor Santiago Cabrera
Después de entregar la plaza
Lo hemos de hacer calavera.
(72) González Bustos Marcelo, El general Jesús H. SalgadoY el movimiento Zapatista en Guerrero.
Así, los testimonios tanto de informantes como de corridos que han rescatado investigadores de la Universidad Autónoma de Guerrero, Marcelo González Bustos y Renato Ravelo Lecuona, quienes hicieron una gran investigación sobre el Zapatismo en Guerrero y los testimonios de soldados informantes que dieron sus vivencias en la revolución, en entrevistas de 1980 a 1983, dan muestra del odio de los campesinos y el desprecio que vivieron los hacendados en algunas tomas de plazas. Así se dejó sentir en la toma de Coyuca con estos versos, sustentando que para los hijos de los campesinos no había garantías para ir a la escuela, puede sustentarse que la hacienda en Guerrero tuvo tintes de época medieval europea, porque había familias en que todos trabajaban con los amos o hacendados.
La prefectura política de Coyuca no esperó al ejército que se hacía llamar “Salgadista, que comandaban Álvaro Lagunas y Nabor Mendoza”. Argumentando que los pronunciados de Tierra Caliente se hicieron llamar Salgadistas, en honor al caudillo de Los Sauces quién los convocó a tomar las armas en diciembre de 1910. Dado el acoso de los Salgadistas en esa región, tanto los hacendados como la autoridad municipal de Coyuca no esperaron la invasión de los pronunciados. Custodio Domínguez León en su testimonio oral nos dice lo siguiente:
“Estábamos atentos a las versiones… de que grupos de gente mal armada y peor pertrechada, con la denominación “Salgadistas”, se organizaban por diversas partes. 
“Los periódicos gobiernistas, en su gran afán de desprestigiar este noble movimiento… le dedicaban calificativos denigrantes, tales como chusmas, bandoleros, forajidos o simplemente bandidos… querían confundir al pueblo y mitificar a los verdaderos libertadores… (Que) se hizo consistir en tratar de defender los intereses del estado… poniendo a salvo de cualquier contingencia los archivos y dineros de las dependencias oficiales, dejando sólo en las oficinas papeles viejos sin importancia. Y así fue como el pueblo de Coyuca de Catalán, la mañana del 7 de abril de 1911, amaneció sin autoridades… y sin policía municipal. A altas horas de la noche, el día 6 abandonaron la población, llevándose a los presos por diferentes causas, deudas particulares y falta de pago de la contribución personal, mismos que fueron dejando en libertad paulatinamente en su peregrinar a Tacámbaro, Michoacán. 
“No obstante estar el pueblo sin defensa armada, los rebeldes hicieron su entrada como a las 5 de la tarde… corriendo por las calles y disparando al viento gritando ¡Viva Salgado!... hicieron pedazos las farolas del alumbrado público; sacaron los papeles viejos que encontraron en las oficinas y les prendieron fuego a media calle; derribaron de su pedestal la estatua de don Benito Juárez que estaba en el jardín público, y alguien, en el colmo de la ignorancia y el salvajismo, encontró en el ayuntamiento la enseña patria y la utilizó como mantilla en el lomo de su caballo.
“Las sombras de la noche se fueron acercando… cuando los rebeldes abandonaron la población y si debo ser sincero, diré en su abono que no cometieron otros desmanes, pues no ultrajaron a las personas de la población ni violaron los hogares, ni exigieron dinero, sólo pedían, cortésmente, la ayuda de alguna arma y parque para la revolución.
“En la toma de Coyuca fusilaron al prefecto político Santiago Cabrera y cuatro de sus soldados frente al pueblo reunido en la plaza. Al momento de fusilarlos se acercó un jovencito llorando y pidió al General Lagunas dar orden al pelotón porque dijo: estos fueron los que mataron a mi padre en su barbecho, porque no podía pagar los réditos de una yunta que le fueron a quitar”. (73) Ravelo lecuonap.p.42
Después de la toma de la plaza de Coyuca, los pronunciados Salgadistas acamparon en un cerro cercano a Cutzamala, donde se les unió Juan Rosales. Queda sustentado que al inicio de la revolución, quienes financiaron el movimiento Salgadista fueron algunos hacendados, y la mayoría de los sin tierra, el campesinado, a reserva de los campesinos que vivian en las haciendas apoyaba a la contrarrevolución, a veces les pagaban o eran obligados a combatir sus propios compañeros. El movimiento Salgadista en la Tierra Caliente, convocado por el General Jesús H. Salgado, también tomó la plaza de Cutzamala.

FUENTE: JESÚS H. SALGADO REVOLUCIONARIO MADERISTA, ZAPATISTA Y VILLISTA. AUTOR: CRISPÍN SALGADO HERNÁNDEZ. P.P. 75,76 Y 77.


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