Para adorarte como yo anhelaba,
vine a Pineda -tu solar natal-
donde eras una niña de cristal
quien con las flores su candor jugaba.
Porque si amaste o a mi fe embargaba
saber que recordases algún mal,
quise encontrarte, ahora, primordial
como tu infancia de diamante estaba...
Y te vi tan seráfica tal fuiste,
que en niño me torne para quererte
y contigo jugar cual lo quisiste:
Ya que el amor -para ser puro y fuerte-
debe ser la niñez que ayer tuviste
en Pineda... y triunfar, aún de la muerte.
De la "plaquette" "Tú la Reina del poema",
para la distinguida señorita Dora Emma Lasso.
Fuente: Poetas de Guerrero., Franco, Fidel. 1849 -1949, México, D. F. 1949.
Janiel Reynoso Landin
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