La shinula, el nombre de una flor amarilla de temporada que en esta tierra se corta en los campos por medio de un ceremonial sincrético, cuyos pétalos se ponen a secar al sol, lo que se le da sabor especial a los tamales de shinula que se disfrutan en la región.
Este tamal, cosido y envuelto en hoja de milpa, para degustarlo, se dice: “hay que encuerarlo” donde le aparece manchas rojas de aquellos pétalos de shinula que se pusieron a secar y le dan su sabor.
Hay infinidad de formas para disfrutarlo, con un chile y cebolla, con salsa, con mole.
Fuente (Facebook): Bolívar Ochoa Díaz