Sultepec es un municipio con un amplio legado cultural ubicado al sur del Estado de México, durante el año su territorio es testigo de la ejecución de importantes tradiciones desde la región sur en localidades como el Naranjo, Tenanguillo de las Peñas en los limites con el estado de Guerrero hasta la parte norte en la Cabecera municipal y el pueblo de Capula.
Las procesiones y las cruces forman parte importante de la tradición del pueblo de Capula y de la cabecera municipal, dichas poblaciones se encuentran al pie del Cerro de la Culebra, año con año en dicha elevación durante los meses de marzo y mayo se llevan a cabo procesiones por parte de los pobladores relacionadas al ciclo agrícola, dichos peregrinajes muy posiblemente realizados desde la apoca prehispánica, ya que en la cima del cerro se habla de la evidencia de ocupación de grupos matlatzincas y mexicas hacia el posclásico. El Cerro de la Culebra tiene mucho que ver con rituales relacionados al agua, pues abastece del líquido vital a algunos pueblos y barrios del municipio de Sultepec y algunas comunidades de Almoloya de Alquisiras es por tal motivo que anualmente es visitado por gente de las diferentes municipalidades.
Tras la conquista española en la región muchas de las tradiciones se fueron mezclando poco a poco utilizando la cruz como nuevo elemento religioso, sin embargo la esencia de las procesiones radica en el culto al liquido vital y al inicio de las siembras.
A continuación conocemos la historia de las Cruces del barrio de los Remedios las cuales se encuentran en la parte baja del Cerro de la Culebra en la casa del señor Julio Hernández Hernández, quien amablemente nos contó de esta importante tradición del pueblo de Capula llevada acabo en la festividad en honor al Sr. de la Santa Veracruz.
En la fiesta principal de Sultepec celebrada ahora el Segundo Viernes de Cuaresma son llevadas a cuestas cinco cruces de madera desde el barrio de los Remedios y San Lázaro al Santuario de la Veracruz, anteriormente solo existía una cruz en la casa de don Carmelo, la cruz era propiedad de una Danza de Concheros que acudía anualmente a la fiesta de la Santa Veracruz, la señora María Gonzales vecina de San Lázaro por voluntad decidió organizar una comida para los integrantes de la danza, a los 4 años la danza de concheros deciden costear los gastos para la manufactura de una cruz de madera para la señora María en agradecimiento por su voluntad, quedando en el acuerdo en que ellos se encargarían de vestir la cruz el día de la fiesta al Sr. de la Santa Veracruz.
Las cruces eran subidas el día domingo, es decir a los dos días del Segundo Viernes de Cuaresma primeramente a San Lázaro y es así como se fue realizando año con año convirtiéndose en una tradición, la señora María Gonzales preparaba comida para los danzantes, al pasar el tiempo la señora enfermo, cuando se encontraba apunto de fallecer se notaba su preocupación por quien llevaría su cruz a bendecir ante el Señor de la Santa Veracruz y por la comida que se les ofrecía a los danzantes, es en ese momento cuando don Julio Hernández originario del barrio de los Remedios yerno de Doña María se ofrece para proseguir con tan bella tradición.
“...usted no se preocupe entre mis hijos y yo vamos a salir adelante, yo me llevo la cruz para acá y les damos de comer a la gente... Al fallecer mi suegra se llegó la fiesta, llegaron los danzantes y les explique que ya había muerto Doña María Gómez, ustedes no se preocupen su cruz yo la tengo...” afirmo don Julio.
A los dos años los danzantes le dijeron a Don Julio Hernández que se mandara hacer su cruz, al llegarse el día se llevo a la Veracruz y los danzantes la pintaron, la bendijeron y vistieron, es por tal motivo que hasta la fecha el día sábado después de la fiesta grande en honor al Sr. de la Santa Veracruz las cruces son bajadas por gente del barrio de los Remedios hasta el Santuario de Sultepec para cambiarles el cendal y pintarlas, el día domingo es cuando suben cargándolas entre cinco personas recorriendo tres kilómetros aproximadamente, al llegar a la casa de Don Julio las cruces se plantan y se realiza un rosario, anteriormente los danzantes bailaban y se les ofrecía de comer en agradecimiento.
“...paso el tiempo y los concheros cada vez llegaban menos, hablaron conmigo y me dijeron que me hiciera cargo de las cruces, porque ellos se estaban acabando. Ahorita llevo haciéndolo durante 14 años, los días sábados de fiesta busco gente temprano para poder bajarlas. Es un compromiso que tengo ya el día que no pueda mis hijos se harán cargo, ahora ya son cinco cruces tres en casa del licenciado “Gallo” y dos en la mía por lo regular busco diez gentes para bajarlas y cuando las subimos se les ofrece una comida a los que asistieron” afirmo don Julio.
Por: Andrés Yovani Gacía Vergara.
Fotografía: Josue Jairo García Vergara.
Fuente: Sultepec Historico
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